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¿Quién soy?


Me llamo Maite Pérez y nací en Igualada cuando la ciudad hervía textil. Mis padres se conocieron en una fábrica de género de punto y mi madrina tenía un cosedor donde pasaba horas y horas. Cosíamos y jugábamos. ¡Recuerdo perfectamente como me sangraba el dedo la primera vez que me clavé una aguja!
Pasaron los años y como todo esto me gustaba y se me daba bien, elegí estudiar diseño de moda. Pero cosas de la vida; acabé estudiando ingeniería textil.
Después de trabajar unos años en la industria, en 2000 lo dejé pues fui incapaz de conciliar vida laboral y familiar. Fue uno de los momentos más duros de mi vida.
Por suerte la vida es muy «cachonda» y fue en ese momento cuando empecé a tejer a mano. Los ratos que estaba con mis hijos, acompañarlos mientras jugaban o hacían los deberes; tejía básicamente en redondo. Tejí kilómetros y kilómetros de hilo pues me daba cuenta de que aquello me descargaba muuucho y me gustaba.
La cosa se fue sofisticando a medida que se fueron haciendo mayores y disponía de más tiempo. Perdí el miedo a tejer jerséis gracias a mi amiga Mercè y a la tía Dolores.
Ahora de «mayor» he creado el alter ego: maite morti. La morti da clases aprovechando lo que sabe la Pérez. Sale a las redes sociales, muestra sus trabajos y se experimenta.

Haciendo este camino me he dado cuenta de que es lo que me gusta y me hace bien. También he resuelto que esto és lo que quiero hacer cada día y compartir contigo si quieres.

¡Un abrazo!

Aprovecho para dar las gracias a todas las mujeres de mi familia en especial a la Rufi, la Joaquina y la yaya María por transmitirme su conocimiento y mucho más.


¿QUÉ OBTENDRAS DE VENIR A MIS CLASES Y QUÈ ME DIFERENCIA?

En mis clases aprenderás a tejer las piezas básicas con diferentes técnicas, para que las puedas adaptar a tus gustos y necesidades. Para mí, lo básico, ¡es básico!

También aprenderás a interpretar gráficos y patrones, pues hay muchísimo contenido tanto en papel como las redes con el que pelearte en tu recorrido como tejedora.

Equivocarnos y deshacer, ¡o no! Aceptar las imperfecciones, las del tejido y las propias. Esta parte nos pone en jaque mate y me encanta, jajaja…

Acabar una pieza pone a parir la voluntad, la paciencia, la constancia… pero es un gozo infinito cuando la has terminado y puedes reconocer el camino recorrido en cada punto. ¡Es un subidón de amor propio!

Que la pieza que has tejido te quede bien, te siente bien y la vistas a gusto. Tengo una habilidad especial para eso; a pesar de que a veces pasan cosas inesperadas, ¡ups!

A veces me pongo roña con mis alumnas porque hablan y como consecuencia, se pierden entre los puntos y no llego a rescatarlas. Aun así, mi intención es que salgas de mi clase mejor de lo que has entrado.

Ah, y la creatividad también la tocamos… Cómo te decía al principio, jugar con los básicos e ir evolucionando como los Pokémons es muy emocionante. ¡Se pueden hacer un montón de barbaridades!